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Busquemos, pues, ganarnos el favor de Dios, para que se compadezca de nosotros. Porque el Señor de los ejércitos dice:

«¿Cómo pueden agradarme, con acciones como éstas? 10 ¿Quién de ustedes cierra las puertas o alumbra mi altar sin cobrar nada? Lo que ustedes hacen no me agrada, y no voy a aceptar ninguna ofrenda que me presenten. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

11 »Desde la salida del sol hasta su ocaso, grande es mi nombre entre las naciones; en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones. Lo digo yo, el Señor de los ejércitos.

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